Hace mucho, creo que cuando hice el listado de películas
eróticas, encontré una que me llamó l atención, no sólo porque el protagonista
es James Spader que es un actor que me encanta, sino porque la temática parecía
interesante, a primera vista parecía ser una comedia. Tocando el tema de la
sumisión.
Sin embargo por más que la busqué, no la encontré, ok, tal
vez estaba en español latino, no lo recuerdo pero es que me choca ver las
películas así.
El caso es que recientemente y gracias a una aplicación que
te permite como acceder a los links desde otras ubicaciones, una cosa muy mona
que por ejemplo permite ver Neflix USA, ayer por fin me encontré la cinta en
idioma original, lamentablemente no tenía subtítulos, pero para aquellos menos
exigentes diré que pueden verla en español en varios sitios.
Y bueno, la película es 100% Holliwood, no la tomaría por
porno para nada, pero por alguna razón es algo complicada de encontrar.
En resumen, una chica con serios problemas mentales que
gusta de lastimarse cada vez que algo malo ocurre, lo cual es frecuentemente
porque su papá es alcohólico, se convierte en la secretaria de james Spader,
que curiosamente es otro sr Grey, sólo que aquí se llama Edward (me pregunto si
la de 50 Shades vio esta peli). Y buen, se enamora un poco de él, pero el
parece no pelarla, aunque al poco, comienza a notar que la chica tiene algunas
cosas, entre ellas eso de cortarse y por alguna razón esto le encanta, después
de un poco de coqueteo descubrimos la razón, el hombre es un dominante, amo o
como se diga correctamente. Un día descubre algunos errores en su dictado y la
mete a la oficina para someterla a una sesión de nalgadas realmente fuertes,
como la escena es con ropa, podemos ver exactamente cada uno de los azotones, y
la cara de lujuria que poco a poco va sustituyendo a la confusión y miedo. Puedo decir, sin pena, que es una de las
escenas más cachondas que haya visto.
De ahí, desarrollan una relación, con algunos tintes de
drama, y el final me sorprendió bastante, principalmente porque después de ver
el último tango en parís, o 9 semanas y media, y de leer al sr grey y otras
cosas por el estilo, he descubierto que por lo general existen dos clases de
chicos malos en las historias los que nos arrastran al infierno y lo mejor es
huír de ellos, o los que se enamoran y son salvados por la chica, bueno, bien
por Steven Shainberg
director de la película, pues esta tiene un resultado inesperado.
Me gustó, y mucho, está entre divertida y dañada, y al menos
a mí, me pareció muy sensual, definitivamente la recomiendo.
Y me sigue causando mucho pero mucho ruido este asunto del
masoquismo. Por qué estos señores Grey, tienen tanto éxito, hasta dónde el acto
de sumisión, es parte de la fantasía o la realidad de muchas personas en este
planeta.
No lo niego, el bondage, y la violencia en la alcoba hasta
cierto punto, parecen tener un irresistible encanto. A más de una mujer que
conozco, le fascina recibir un par de nalgadas con fuerza, mordidas, pellizcos,
y algunas un poco más allá durante el sexo, la sutil línea entre el placer y el
dolor se ve muy disminuida en la alcoba, basta decir que sabes que una sesión
de sexo fue buena cuando al día siguiente el dolor del cuerpo continúa
recordándote la noche anterior.
Pero la parte de la humillación, es la que me cuesta un poco
más entender, y sin embargo ahí está.
Ayer viendo la película pensaba que un poco se trata de
ceder el control, es más fácil dejar que otros decidan tu vida y de esa forma,
librarte de las consecuencias de tomar malas decisiones. Aunque el ceder el
control sea la primera de ellas.
Y quizá un poco el juego de roles, sea parte de la fantasía y tenga algo que ver con volverte una niña buena en la cama, o por el
contrario, una hembra lujuriosa que dado que sólo está obedeciendo órdenes no
puede ser juzgada, no lo sé.
Tal vez la explicación es mucho más feminista, y en realidad
años de dominación masculina, nos han convencido que ser blancos de
humillaciones y un objeto sexual es lo más a lo que podemos aspirar.
Lo cierto es que no lo sé. Pero el mundo del BDSM existe, y
tiene una amplia gama de seguidores, desde aquellos amateurs que quizá sólo usan
unas esposas de peluche de vez en cuando por diversión, o dejan unas pequeñas
marcas de chupetones en el cuerpo, hasta
aquellos que realmente llevan el dolor y el placer, así como la dominación al
límite.
El peligro radica en saber dónde está la línea propia, hasta
donde estamos dispuestos a llevarlo, y una vez ahí, si tendrá posibilidades de
retorno nuestra decisión.
Lo dejo a su criterio, y de mientras sólo les paso el link,
en inglés y español para que le den un vistazo.